Quién no sopló alguna vez durante su niñez un diente de león? Todos lo conocemos popularmente como Diente de león, también puede ser que lo conozcas como amargón o achicoria amarga. Esta planta originaria de Eurasia, se introdujo en nuestro territorio con finalidades medicinales y culinarias.
Esta una planta que, sin dudas, busca su conexión con nosotros desde nuestras infancias, es principalmente depurativa, pero también tiene su aplicación en la cosmética natural.
Algunos de sus PRINCIPIOS ACTIVOS principales son:
Flavonoides, triterpenos, ácidos fólicos, esteroles y la inulina. Las hojas contienen lactonas sesquiterpénicas, mientras que las raíces son ricas en inulina y derivados triterpénicos pentacíclicos.
Por ende, sus PROPIEDADES:
Diurético
Digestivo
Depurativo
Aperitivo
Colagogo
Colerético
Laxante suave
Nutritivo
Regulador metabólico
Antiage
Antinfalamtorio
Calmante
Regenerador
USOS TRADICIONALES:
Su uso interno es como alimento por su aporte nutricional; se bebe, ya que ofrece un excelente detox para riñones, hígado e intestinos. También ayuda a regular la glucemia.
Su uso externo es mediante diferentes formas cosméticas y se usa para masajes musculares, verrugas, despigmentante, ojeras, acné y como antiage.
FITOEXTRACTOS
Teniendo la posibilidad de acceder a la planta, ya sea seca o fresca, se pueden realizar oleatos, infusiones, decocciones y tinturas.
ADVERTENCIAS:
Todas las hierbas medicinales pueden tener efectos colaterales y tienen sus propias contraindicaciones.
Sugerimos que antes de consumirlas se investigue bien.
Especial atención si se toman otros medicamentos.
Consultar previamente con tu médico/ fitoterapeuta.
No administrar principios activos durante el embarazo, lactancia y niñez sin la debida supervisión profesional.