Un 9 de noviembre de 1918 (-2006) nació el Dr. José Laureano Amorín, farmacéutico, director del Museo de Farmacobotánica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Buenos Aires, investigador y entusiasta defensor del valor de las plantas medicinales para el cuidado de la salud, por eso hoy, en Argentina, es el Día Nacional de las Plantas Medicinales.
Ellas son parte de nuestra cultura, herencia, folklor. Difícilmente exista, en la historia de la humanidad, algún pueblo que no haya dependido del reino vegetal para sobrevivir en materia de salud y enfermedades. Ellas convergen en la identidad, la pertenencia, la salud y el hábitat. Una sola planta puede contar y revelarnos cientos de historias de generaciones que ya hace siglos no existen y que, sin embargo, siguen tan vigentes como si un micelio del tiempo conectara sobre los mismos saberes. O, ¿cómo sobreviven las infusiones relajantes, los ungüentos cicatrizantes, los pigmentos maquillantes, las bebidas fermentadas, los remedios?
No debemos menospreciar esta información ya que ha sido la base de gran parte de la medicina tradicional y es considerada un patrimonio de la humanidad, por lo que nos compete a todos conocer y cuidar nuestras plantas medicinales.
«Las plantas medicinales son, tal como las semillas, un patrimonio de los pueblos al servicio de la humanidad. Porque debemos cultivarlas, multiplicarlas, defenderlas de su apropiación corporativa y mantener vivo el saber que por miles de años han generado y nos han legado nuestros ancestros».
Texto y edición: Estefanía Vosilaitis